El presente artículo tiene una relevancia social, porque pretende orientar el cumplimiento de la normativa urbanística; la importancia a los procedimientos administrativos de las licencias de edificación y habilitación urbana y desincentivar el fenómeno de la autoconstrucción y la construcción informal. En el Perú, los movimientos sísmicos han provocado acontecimientos devastadores a lo largo de la historia y podrían sufrir efectos catastróficos si se suscitara un movimiento telúrico de 8° en la escala de Richter; cerca del 80% de las viviendas, autoconstruidas en la mayoría de casos, sin asesoramiento profesional, colapsaría irremediablemente, la autoconstrucción sin contar con asesoramiento profesional y sin cumplir con el procedimiento administrativo de aprobación automática para obtener una licencia de edificación, condición necesaria para construir una vivienda. Ante ese alto porcentaje de informalidad constructiva en el Perú, existe una gran cantidad de edificaciones informales que presentan altos índices de vulnerabilidad, lo cual es preocupante, ya que estas edificaciones tienen grandes probabilidades de colapsar ante la ocurrencia de un evento sísmico. Por tal motivo, se debería considerar un plan de mitigación sísmica para mejorar el desempeño estructural de las edificaciones informales. Solo como para tener conocimiento, se realizó en el distrito de San Juan de Miraflores, en el sector de Pamplona Alta, el método de Benedetti y Petrini, y con el método de CENEPRED, se comprobó que el 80% de las edificaciones tienen índices de vulnerabilidad entre alto y muy alto. Debido al alto índice de vulnerabilidad de las edificaciones se simuló un evento sísmico severo y se comprobó que el 71.27% de las edificaciones sufrirán colapso parcial o colapso total y el resto de edificaciones tendrán daños estructurales severos.
La aparición de imponentes rascacielos y las edificaciones arquitectónicas en el siglo XX son excelentes propuestas innovadoras; sin embargo, esa idea de post modernismo ha encontrado a uno de sus más graves problemas que afecta a nuestro país y es el alto índice de construcción informal. Esto no solo genera un crecimiento desordenado en las ciudades, sino que también resulta peligroso para las familias que edifican en terrenos vulnerables y con materiales inadecuados.
Según CAPECO (2018) “En la Perú el 80% de viviendas son construcciones informales y de ese porcentaje, la mitad son altamente vulnerables a un terremoto de alta intensidad. En las zonas periféricas de las ciudades esta cifra llega al 90%.
Existe dos tipos de viviendas informales que se da en nuestro país.
La primera se denomina construcción por autogestión, mediante la cual se contrata personas con conocimientos empíricos, más no técnicos, para que diseñe y construya la vivienda.
Y la segunda modalidad de informalidad es la autoconstrucción, mediante la cual la propia familia se encarga de la construirla. Una vivienda informal, conlleva a malas prácticas. Como mal uso de los fierros en las columnas, mala calidad del cemento y mezcla, cimientos defectuosos, malas instalaciones eléctricas y redes sanitarias, construcción sobre rellenos sanitarios, malas construcciones en laderas de los cerros, Etc. Todas estas prácticas pueden ocasionar derrumbes y accidentes.
Como consecuencia, tarde o temprano la edificación va a presentar desperfectos, ya sea por fallas estructurales o funcionales. Y lo más alarmante ante un evento desastre natural de gran magnitud el costo social y económico será grande.
Es por todo esto que en el Perú debemos de hacer la gestión adecuada para construir una vivienda formal. Según CAPECO (2018), existe cuatro (4) pasos básicos para realizar una construcción formal en el Perú:
- Licencias y permisos respectivos
- Diseño de la vivienda elaborado por arquitectos e ingenieros
- En la construcción mano de obra calificada y materiales idóneos.
- Supervisión por parte de autoridades municipales.
Es así que, para corregir este problema es de vital importancia encontrar soluciones, para formar mejor a los albañiles y a los maestros de obras, así como a los propietarios, para que tengan las consideraciones. Es importante considerar que muchas personas optan por realizar las construcciones sin acudir a la municipalidad para obtener su licencia respectiva por la burocracia que existe en estas entidades, puesto que en muchos casos se requieren mayores documentos e informes técnicos a los presentados con lo cual se traba todo este procedimiento. En tal sentido, Véliz y Obregón señalan que las Licencias de Edificación son los permisos que conceden los gobiernos locales a los administrados en el marco de los procedimientos administrativos para ejecutar la construcción en un área en forma permanente. Para su otorgamiento, el predio debe cumplir con una previa aprobación de un proyecto de habilitación urbana, así como la conformidad de la obra y la declaratoria de edificación. Por otro lado, la importancia de este acto administrativo que emana de la autoridad local, permite que el administrado puede adecuarse a la legislación urbana vigente y al cumplimiento de la legislación del gobierno local como autoridad administrativa competente.
CONCLUSIONES
- Para mitigar daños, se debería hacer reforzamientos estructurales a las edificaciones más vulnerables, para identificar el índice de vulnerabilidad, el índice de daño, notificar, concientizar y evaluar la condición de la edificación.
- La autoridad municipal y las entidades competentes deben generar propuestas de mejoramiento en la entrega de las licencias y de esa manera recuperar la confianza en el sector de la construcción.
AUTORA: KATIA CORCUERA APONTE
ALUMNA DE LA SOCIEDAD PERUANA DE BIENES RAÍCES