El sector inmobiliario en Perú registró un crecimiento significativo en 2023, con un aumento del 8% en el empleo, lo que generó 257 mil nuevos puestos de trabajo, según la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI). Este crecimiento se produjo en un contexto económico desafiante, marcado por una caída en la inversión privada en otros sectores. Sin embargo, la inversión privada en el mercado inmobiliario formal alcanzó casi $4,400 millones, un 16% más que en 2022, consolidándose como el segundo sector más relevante después de la minería.
El dinamismo del sector se debe en parte a una demanda sostenida y al déficit habitacional de 1.8 millones de viviendas en el país. La combinación de inversiones adecuadas, apoyo gubernamental a través de subsidios y créditos, y políticas municipales efectivas ha impulsado este crecimiento. Las empresas inmobiliarias han podido capitalizar estos factores, promoviendo el desarrollo de nuevos proyectos y aumentando la oferta de viviendas.
En términos de valorización, las empresas inmobiliarias tienden a ofrecer precios significativamente más altos que los compradores individuales por las propiedades. Esto se debe a que las constructoras valoran más el terreno que las edificaciones existentes, lo que les permite ofrecer hasta el doble del precio de mercado en zonas estratégicas como San Miguel y Jesús María. Por ejemplo, mientras una familia podría pagar entre $300,000 y $400,000 por una propiedad de 300 metros cuadrados, una constructora podría ofrecer entre $800,000 y $1 millón, dependiendo del proyecto planeado y la cantidad de unidades que puedan construir.
Las zonas de Lima Moderna y Lima Top continúan siendo las más dinámicas en términos de oferta y demanda. En Lima Top, que incluye distritos como Miraflores y San Isidro, el precio promedio por metro cuadrado sigue siendo alto, reflejando la alta demanda y el limitado espacio disponible para nuevos desarrollos. Mientras tanto, en Lima Moderna, los precios también han mostrado un incremento, destacando la preferencia del consumidor promedio por estas ubicaciones aspiracionales.
En contraste, las áreas periféricas de Lima, como La Molina, Cieneguilla, Pachacamac, Lima Sur y Lima Norte, ofrecen precios de metro cuadrado más accesibles, atrayendo a familias que buscan propiedades más asequibles. El precio promedio en estas zonas suele estar por debajo de los $1,600 por metro cuadrado, con una alta demanda para propiedades de entre 70 y 90 metros cuadrados. Las propiedades de más de 100 metros cuadrados, aunque menos demandadas, siguen siendo parte del mercado debido a su proximidad a áreas naturales y espacios abiertos.
El panorama para 2024 se mantiene positivo, con expectativas de que el sector inmobiliario continúe su crecimiento, impulsado por políticas gubernamentales favorables, estabilidad jurídica y la sostenibilidad de subsidios. La ASEI confía en que estos factores seguirán apoyando el desarrollo de proyectos inmobiliarios y manteniendo el dinamismo del mercado.
FUENTE: RPP