Todo agente inmobiliario debe tener muy claro que es lo que su cliente quiere, necesita y espera; y por eso, debe preocuparse por ofrecer una oportuna y buena atención al cliente, debiendo aplicar esta política desde el primer momento de contacto con él, ya sea vía e-mail, página web, llamadas por teléfono, visitas personales, etc.; así como, durante y “después” del proceso de cierre de venta (Atención Post – Venta).
No debemos dejar en ningún momento que nuestro cliente se quede con dudas o interrogantes sin respuesta, ya que una buena atención al cliente es una de las claves principales para que nuestro negocio inmobiliario sea exitoso, no solo por la cantidad de ventas, sino también por la calidad brindada a través del servicio o atención al cliente.
Una ayuda adicional para lograr esto, es desarrollar nuestra cualidad de “empatía” y cada vez que tengamos un potencial cliente hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Quién es mi cliente?
- ¿Qué quiere mi cliente?
- ¿Qué piensa mi cliente?
- ¿Cómo actúa mi cliente?
- ¿Qué siente mi cliente?
- ¿Cómo prefiere comunicarse mi cliente?
Para finalizar tengamos en cuenta que, es primordial ser empáticos, ser observadores y tener una disposición de servicio con nuestros clientes en todo momento; recordemos que, un cliente satisfecho es la mejor publicidad que podemos tener.
Colaboradora: Bertha Elena Castañeda Gutiérrez de Csordás – alumna de la
SOCIEDAD PERUANA DE BIENES RAÍCES
