Existe una sensación de pánico generalizado y a nivel global, desde que el Coronavirus (COVID-19) empezó a ser catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La gente se encuentra asustada y con temores justificados, dada la incertidumbre. En el mundo, las implicancias económicas que ha tenido la infección han sido desopilantes con las bolsas de valores, las cuales cayeron hasta un 14.4% en el caso de Paris, 9.8% en la bolsa de New York y 14.5% en la bolsa de Sao Paolo. La gran interrogante que surge a partir de este periodo de inestabilidad es: ¿Qué efectos está teniendo en el sector inmobiliario?
En primer lugar, lo que está demostrando esta situación es, para sorpresa de muchos, que la inversión inmobiliaria es la más segura y confiable dentro de la gran variedad de vehículos de inversión. Los inversionistas a nivel mundial están canalizando sus inversiones a los bienes raíces, pues el riesgo es menor y su rentabilidad es estable. En el Perú, tal y como se encuentra la economía actualmente, es necesario mantener la calma. Cuando las condiciones económicas cambian, nuestras acciones deben modificarse. La historia de nuestro país ha demostrado que, en los últimos veinte años, cuando se ha presentado una crisis económica, social o política, el mercado inmobiliario se retrae y, posteriormente, vuelve a su real dimensión; puesto que el mercado de oferta y demanda simplemente va a ocupar el lugar que le corresponde en cuanto a los precios. Una vez acomodado, el mercado de los bienes raíces puede subir, bajar algunos puntos porcentuales o mantenerse. Es cuestión de esperar. Los primeros meses son de espera, y cautela, luego el mercado nuevamente se estabiliza en el lugar que debe estar y las ventas inmobiliarias no dejan de realizarse ni de concretarse.
Pero hay dos agentes importantes en la dinámica de mercado: el vendedor y el comprador. Cada uno de ellos se verá afectado de forma distinta. Si estamos en una posición de vendedores, nos enfrentaremos ante una competencia dura. Habrá mucha oferta y poca demanda. Debes identificar el tipo de producto inmobiliario que tienes, ya sea vivienda, oficinas o terrenos y deberás ofrecer un valor agregado al mercado inmobiliario. Este valor agregado que puede ser del producto o del servicio, te permite diferenciarte del resto y posicionarte como una mejor opción dentro del mercado. También hay que tener en cuenta que, en época de crisis, los capitales se trasladan y hay personas que pierden mucho dinero, probablemente estos sean los que han invertido en la bolsa o el sector turismo. A su vez, hay personas y empresas de servicios, comercio o industria que ganan mucho dinero en periodos de crisis. Nuestra tarea es identificar a estos negocios y personas y ofrecerles nuestro producto inmobiliario.
Si estas en una posición de comprador, esta es la mejor época para adquirir propiedades. Una buena inversión inmobiliaria durante estos tiempos, beneficia más a la compra que a la venta. Sólo tienes que tener paciencia y encontrar inmuebles por debajo del mercado y que ofrezcan alta rentabilidad. ¿Dónde los encuentro? Capacítate e investiga el entorno y lo qué sucede día a día en el mercado. El negocio inmobiliario es conocimiento y acción.
Marina Fuentes
Asesoría inmobiliaria
